Efesios 2:1-3 Y él os dio vida a vosotros, cuando
estabais muertos en vuestros delitos y pecados, en los cuales anduvisteis en
otro tiempo, siguiendo la corriente de
este mundo, conforme al príncipe de la potestad del aire, el
espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia, entre los cuales
también todos nosotros vivimos en otro tiempo en los deseos de nuestra carne, haciendo la voluntad de la carne y de
los pensamientos, y éramos por naturaleza hijos de ira, lo mismo que los
demás.
Si analizamos estos versículos
nos daremos cuenta que existe una gran y estrecha relación entre Satanás (el
príncipe de la potestad del aire) y nuestro cuerpo pecaminoso (la carne) y la
mente (los pensamientos). Veamos por las Escrituras esta relación y como Satanás
influencia sobre nuestras vidas constantemente:
La Biblia dice que Dios le
prohibió a Adán y Eva que tomaran del fruto del árbol de la ciencia del bien y
del mal porque sino morirían, Génesis 2:17. Lamentablemente ellos desobedecieron
y tomaron del árbol. Al tomar del árbol de manera implícita la biblia nos dice
que ellos sufrieron un cambio, una metamorfosis, y de lo espiritual pasaron a
ser carnales, Génesis 6:3. Ahora bien este cambio no solo repercuto afectando
la comunión que antes teníamos con Dios sino que nos hizo ser susceptibles y a
la vez esclavos de los deseos pecaminosos y malos de Satanás en y sobre nuestro
cuerpo esto lo vemos en el libro de Romanos 7:14-21 y en Gálatas 5:19-21
Jesús dice en Juan 8:32-34 que el
ser humano es un esclavo del pecado. Debemos entender algo, que cuando Adán y Eva
tomaron del fruto, este no fue ingerido simplemente para luego ser evacuado
sino que como fruto al fin se sembró en nuestro cuerpo repercutando sobre él,
recordemos que Dios hizo al hombre del polvo de la tierra, Génesis 2:7 por
tanto todo lo terrenal siendo ingerido afecta nuestro cuerpo, entendamos que
este fruto durante la creación ya existía y que su procedencia es de Satanás
mismo, el fruto al ser ingerido produjo la muerte y la biblia nos muestra que Satanás
es quien posee el imperio de la muerte, Hebreos 2:14. Ahora bien, ¿Adonde
queremos llegar con todo esto? Pues que el ser humano, que aun no ha aceptado a
Cristo como su Salvador personal, es un esclavo del Pecado, que vive y actúa
bajo las influencias del Maligno a través de los deseos e impulsos de la carne
y de los pensamientos, y que esta manipulación e influencia viene de Satanás.
Las personas son esclavas de sus constantes influencias, no solo por el Pecado
que está sembrado en su carne sino también por la manipulación misma del
maligno sobre su mente y su cuerpo. Después de la caída de Adán y Eva Satanás adquirió
pleno derecho sobre las personas y El puede hacer de ellas lo que El quiera
debido a la esclavitud a la que están sujetas a causa del Pecado que heredamos
de nuestros primeros padres.
Debemos entender que Jesús no
solo vino para traer perdón de nuestros pecados, Hechos 2:38. Sino también para
condenar al pecado que está en la carne, Romanos 8:3. Y a la vez despojar toda
autoridad y derecho que Satanás tiene sobre nuestras vidas, Colosenses 2:15. Haciéndonos
libres al depositar sobre nosotros y en nosotros el poder y la persona del Espíritu
Santo en nuestro interior dándonos así una vida nueva, Romanos 8, 2da Corintios
5:17. No siguiendo ya los deseos de la carne con sus pasiones ni de los
pensamientos con sus necedades sino con una mente renovada y vivificada por la
unción del Espíritu andemos en novedad de vida haciendo la voluntad del Padre,
Romanos 8:5-8. Esta es la verdad de la esclavitud del ser humano que no tiene
al Señor Jesucristo en su corazón, que en su carne hay un elemento llamado
Pecado al cual Satanás usa para sus propósitos y que ninguna persona puede ser
libre de esa manipulación a no ser que venga a Jesucristo y le acepte en su
corazón, Apocalipsis 3:20.
Es necesario conocer las
escrituras más a fondo para saber nuestra condición de pecado, los ataques de Satanás
y las bendiciones que Dios tiene para nosotros, muchos de nuestros errores vienen
por falta de conocimiento de estas verdades, Oseas 4:6. Y nos empapamos mas en
las cosas seculares que en conocer esto que nos puede llevar a la vida eterna y
a la libertad plena. Jesús te llama hoy y te invita a ser libre en El, porque
solo en El podemos hallar descanso para nuestra alma agobiada, Mateo 11:28.
Bendiciones!
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