Leer | DEUTERONOMIO 1.42- 44
21 de marzo de 2013
Un
silbato puede captar nuestra atención rápidamente, ¿no le parece? Su
sonido se utiliza para controlar el comportamiento indisciplinado,
indicar el comienzo o el final de un evento, o interrumpir la acción.
Cuando es utilizado por un policía en la calle, por un maestro en un
patio de recreo, o por el árbitro en un juego, el silbato es una señal
que nos dice que debemos detenernos para saber la razón de su silbido.
¿Qué
usa el Señor para captar nuestra atención? A veces, su herramienta es
un espíritu inquieto, que puede parecer una vaga insatisfacción con la
vida. Otras veces, Él usa las palabras de una persona para ayudarnos a
reconocer que Él nos está hablando. Bendecirnos de una manera poco
común es otro método que Él emplea (Ro 2.4). En cada caso, debemos
detenernos y preguntarle: “Señor, ¿estás tratando de decirme algo?”
Dios
permite, a veces, que nuestras oraciones no reciban una respuesta,
como una manera de movernos a agudizar nuestro enfoque en Él. O puede
decir “no” a nuestra petición, para lograr nuestra atención. Del mismo
modo, las decepciones, los fracasos y las dificultades son, de vez en
cuando, su herramienta elegida con el mismo propósito. Pero en todos los
casos, Él actúa en nuestro beneficio. Si somos sabios, buscaremos al
Señor en las tragedias, los reveses financieros, y los padecimientos
físicos.
Dios
merece toda nuestra atención, pero nos llenamos de preocupación. Él
espera hablar con nosotros, pero algunas veces estamos distraídos
mirando nuestras circunstancias. Deje que los acontecimientos de la
vida, tanto los agradables como los dolorosos, le muevan a volverse a
Dios cada día. EnContacto.org
No hay comentarios:
Publicar un comentario